Mi corazón estaban contigo,
aún cuando nuestras almas libres y desconocidas
volaban entre las hojas naranjas del otoño.
Y estando tan cerca nuestras miradas
no se habían encontrado bajo el destello dorado del sol de agosto.
Mi corazón y mi alma estaba contigo,
cuando tu consciencia y mi inconsciencia pretendían desvanecerse
para darnos la oportunidad de unir nuestros caminos.
Mi corazón y mi ala estaban contigo,
cuando el silencio era tu cómplice y el sonido testigo de mi volátil insensatez.
Octubre 10 de 2007. Meilibea (osea yo, en el 2007)
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario